Logo con fondo transparente

Como sufrir con Dios (9)

Tabla de contenidos

Introducción

Ninguno estamos exentos de sufrir, y contrario a la creencia popular no bíblica, ser cristiano no nos evitará el sufrimiento. De hecho, en muchos casos el servir a Dios nos pudiera llegar a costar bastante. 

Sufrir es parte de las consecuencia acarreadas producto al pecado original, y por ende es propio del hombre caído. Ahora bien, siendo Dios quien es, aun esto que en sí mismo no es bueno, el decide usarlo para nuestro bien. 

Quien produce el sufrir

Como decíamos antes, el que sintamos dolor no es más que una consecuencia de la caída del hombre. Y es precisamente esta caída lo que origina el dolor. El deterioro de la imagen de Dios en nuestras vidas, nos lleva a pecar los unos en contra de los otros, sin que necesariamente tomemos en cuenta los efectos que eso pudiera tener.

Usos del sufrir

“Lo que no te mata te hace mas fuerte” 

Todos hemos escuchado este refrán, que al ser repetido tantas veces, lo asumimos como verdad. Pero, en términos generales para el no creyente esto no es cierto, y las alzas en casos de depresión producto a traumas, son pruebas suficientes de ello.

Por otro lado, para el cristiano esto si que es cierto (por lo menos en alguna medida). Dios nos ha prometido que todas las cosas obran a nuestro favor, ojo, esto no ha de ser confundido, con todo nos irá bien. Partiendo de la anterior promesa, podemos decir que el dolor en la vida del cristiano tiene un propósito, y este es el de hacer que nos parezcamos más a Cristo. A pesar de eso, dada su naturaleza no siempre somos capaces de ver la bondad de Dios en medio de las situaciones de dolor. 

Cómo sufrir

A pesar de que Dios lo usa, el dolor no se siente bien. Por eso, es común que nosotros tratemos de huir de él todo lo que se pueda. Pero no siempre es posible, a veces nos toca tragarnos el malestar. En estas situaciones lo primero que entiendo debemos hacer es poner nuestro dolor en la mano del Señor.

En segundo lugar, buscar vivir el propósito de Dios a pesar del dolor. Una de nuestras tendencias cuando nos encontramos con este tipo de realidades, es preguntar, ¿Por qué? Y aunque en sí mismo no hay nada de malo con hacernos esa pregunta, la misma viene con el prospecto de frustración impregnado.

Una pregunta que creo es infinitamente más útil es ¿Para qué? Pedirle a Dios que nos muestra que él está trabajando en nosotros a través de este tiempo difícil, no solo es una muestra de sumisión sino también de humildad. 

Conclusión 

Sufrir no es divertido, el dolor puede parecer insufrible muchas veces, pero a pesar de ello, Dios lo puede y usará para nuestro bien. Blog

“Y después de que hayas sufrido un poco de tiempo, el Dios de toda gracia, que os llamó a su gloria eterna en Cristo, Él mismo os perfeccionara, afirmara, fortalecera y establecerá”

1 Pedro 5: 10 LBLA

#Conversacionesinternas

¡Unetenos!

Se parte de algo más grande