¿Estás ocioso? (12)

Tabla de contenidos

Introducción

Una de mis principales luchas es con la ociosidad o más bien con lo que hago cuando estoy ocioso. de todos caídas y faltas al Padre han llegado precisamente en aquellos momentos en los que mi mente y mi cuerpo han estado dando vuelta en la nada. Y creo que al igual que a mi, a ti también te pudiera estar pasando, por eso creó una excelente idea el atacar la ociosidad que constantemente nos mete en peligro. 

La ociosidad en el exceso

Hoy en día tenemos docenas o cientos de formas de pasar el tiempo, aun así somos una de las generaciones que más aburrida e insatisfecha confiesa estar. Vivimos en una constante paradoja de la elección, en donde las muchas opciones lo único que han hecho es imposibilitar la toma de decisión. Partiendo de eso, nace entonces la realidad que les comentaba en la introducción, nuestras mentes empiezan un viaje hacia la nada. 

No se trata de no tener opciones, sino más bien de realmente identificar cuales son las opciones que valen la pena tener, y a su vez pasarlas por el colocador de la biblia. De hecho me atrevería a decir (escribir en este caso), que cuando pasamos por la palabra nuestras opciones, realmente solo queda una, ¡la voluntad del Padre!

La ociosidad sinónimo de falta de productividad

Cuando leemos 1 Pedro 6-8 en la versión en inglés, lo que se traduce como ocioso es “improductivo” e “inefectivo”. Esto nos da una luz acerca de cómo Dios ve este tema. El sabe que nos creó para que seamos productivos, para que creamos y administramos todo lo que él nos ha dado aquí en la tierra, y después de la caída, para que prediquemos su evangelio, en tiempo y fuera de tiempo. 

De igual manera en términos simples, podemos asegurar que nosotros nunca hemos visto a alguien que no hace nada lograr algo significativo y digno de mérito. Incluso aquellos que se dedican a delinquir, son bastante diligentes en el quehacer de sus fechorías

Cómo evitar estar ocioso

Precisamente en ese mismo versículo el señor nos da una directriz sobre cómo evitar estar ociosos. Para empezar nos deja claro que el conocimiento, dominio propio, la perseverancia, la piedad, y el amor al prójimo: son los componentes que nos harán tener la mirada en las cosas de arriba y por ende estar ejecutando lo que Dios nos ha llamado a hacer, tanto en términos generales como particulares.   

Conclusión

La ociosidad es uno de los principales peligros que afrontamos los jóvenes. Y me encantaría decir que nuestra mente y cuerpo puestos en la nada, producen nada, pero lo cierto es que por lo general, producen pecado y el pecado a su vez produce muerte. Blog

#Conversacionesinternas

¡Unetenos!

Se parte de algo más grande