Introducción 

Sirviendo a Dios De Corazón- Servir a Dios ha sido y sigue siendo el mejor uso de mi tiempo. Ahora bien, como joven no puedo negar que a veces me encuentro luchando con el deseo de no hacerlo. Mi mente constantemente me lleva a ocupar mi tiempo en otras cosas, que aunque son importantes, no lo son tanto como colaborar (en la calidad que sea) para ganar almas en el reino. 

Por otro lado de la lucha, se encuentra la búsqueda de desviar la gloria hacia mi, haciendo que mi servicio pase de ser una ofrenda para el señor, a una forma de mercadear mi “devoto corazón” ante los hombres. En cualquier caso, la posibilidad de desvío está siempre presente. Ver este vídeo si quieres conocer mas del tema

Para quién estoy sirviendo

Una de las primeras preguntas que debemos responder es esta, y la sinceridad es primordial al hacerlo. Personalmente como les comente antes, me he descubierto más de una vez, sirviendo en busca de méritos para mi. en muchas ocasiones he identificado que mi servicio nace del puro compromiso, nada que ver con la gloria mía y mucho menos del señor. 

Cuando descubres que has estado sirviendo para otros dioses, tú incluid@, puedes arrepentirte e iniciar el proceso de búsqueda del camino correcto. 

La gloria del hombre

Cuando hablamos de servicio por lo general no referimos a aquel que realizamos para los santos, aunque también incluye aquellos que no han conocido la verdad aun. En cualquier caso, son seres humanos quienes admiran lo que hacemos, sobre todo si lo hacemos bien. El problema inicia cuando esa admiración se queda con nosotros y no va a quién pertenece. Cuando tomamos la gloria de Dios, nos estamos colocando en la línea de fuego. 

La gloria de los hombres no puede ser nuestra motivación para el servicio (para nada de hecho). Lo efímero del aplauso humano lo conocimos con Jesús, cuando un día estaba siendo alabado y venerado y 24 a 48 horas más tarde, fue crucificado por el mismo grupo de personas. 

La aprobación de quien busco al servir

Hay una frase que él escuche al pastor Rich Willkerson que llamó mucho mi atención:

“Es mejor ser ungido por Dios que promocionado por los hombres”

Si llevas suficiente tiempo en el caminar con el Señor, sabrás que contar son su bendición y estar haciendo su voluntad no necesariamente son sinónimos de contar con el beneplácito de los hombres, de hecho, en ocasiones podría parecer que es todo lo contrario. 

Por eso, saberte conocido por Dios y haciendo lo que él te envió a hacer debería y es combustible suficiente para que tengas un servicio de corazón a Dios. 

Conclusión 

El servicio a los santos es uno de los principales honores y compromisos que tiene el creyente, es por eso, que este debe estar motivado y aprobado por la persona que lo ordena, qué es el mismo Padre. Leer más artículos